RESERVA PROVINCIAL PUNTA PIRÁMIDE

UBICACIÓN: Noreste de la Provincia de Chubut, sobre el Golfo Nuevo, en la costa opuesta a Puerto Madryn, Dpto. Viedma.

HISTORIA: La Punta Pirámide, por poseer una curiosa forma natural que recuerda a la silueta de un barco, fue utilizada durante mucho tiempo por la Armada Argentina como blanco para las prácticas de tiro con artillería pesada. Esta acción significó el desmoronamiento y destrucción de acantilados, restingas y por supuesto puso en peligro la supervivencia de la colonia de Lobos Marinos que habitan la Punta. Las poblaciones costeras de Lobo Marino fueron severamente afectadas por las grandes matanzas realizadas para obtener su cuero y su grasa. Sólo en la Península Valdés se mataron entre 1917 y 1953 más de 260.000 animales. Durante el mismo lapso el total de animales faenados en la Argentina superó el medio millón. Hoy, a más de veinte años de haberse suspendido la cacerías, se estimó la población total de la península Valdés en 15.000 animales, una cifra que en otras épocas se eliminaba en menos de una temporada de faenamiento. Las personas que se dedicaban a la caza de Lobos Marinos eran conocidos como Lobero o Foqueros. Mataban a los animales de una forma cruenta: con largos y pesados mazos de madera los golpeaban en la cabeza y la trompa hasta lograr su muerte. Evidencias de esta explotación desmedida permanecen en Punta Norte: calderas de hierro utilizadas para derretir la grasa de los animales, innumerables cueros que se encuentran entre los arbustos de la costa y millares de huesos que blanquean las playas, dan cabal idea de la magnitud de las matanzas.

FUNDAMENTOS DE SU CREACIÓN: Proteger uno de los más destacados apostaderos y lugar de cría de Lobos Marinos de un pelo, de la Península Valdés.

DESCRIPCIÓN GENERAL: En Punta Pirámide se encuentra una de las más destacadas colonias de cría y apostadero del Lobo Marino de un pelo, de la Península Valdés. Dada la facilidad de acceso que posee, y por su cercanía a las ciudades de Puerto Madryn y Puerto Pirámide se trata de uno de los sitios de la Península más visitado. La llamada Punta Pirámide se encuentra en una zona con acantilados de moderada altura y una costa recortada y sinuosa. El suelo está compuesto por elementos arcillosos, con areniscas, fósiles y cantos rodados y está cubierto por una vegetación baja y achaparrada. La humedad es muy baja y las lluvias se registran mayormente en invierno. El excelente punto de vista panorámico que se tiene desde la parte superior del acantilado, por donde accede el turista, permite una fácil y apasionante observación de la colonia de cría de los Lobos. Esta se ubica varias decenas de metros más abajo, sobre una amplia plataforma rocosa que queda al descubierto durante la bajamar. Lo que llama inmediatamente la atención al visitante de la Reserva, es el bullicio producido por los bufidos de los machos reproductores peleándose entre sí, el grito de las crías, que semeja al balido de una oveja, y las voces de las aves marinas que rondan incesantemente la colonia. Si se observa con atención se podrán distinguir a simple vista: los machos, de abultado cuello (mal llamado "melena") y color marrón oscuro; las esbeltas hembras, un tercio más pequeñas que ellos, de un bello color marrón claro, casi dorado; y acompañando a sus madres, las pequeñas crías de un negro oscuro, que gritan sin descanso y soportan los embates y corridas de los gigantescos machos en plena lucha territorial. También se distinguen claramente los "harenes"de hembras, en cuyo centro se yergue el macho dominante, en alerta permanente ante las intenciones de otros machos de arrebatarle sus hembras. Una variada fauna marina acompaña a la Lobería: Gaviotas, Petreles y Palomas Antárticas se alimentan de los restos de placenta y crías muertas. Durante la bajamar, quedan expuestas las restingas, que se pueblan de aves marinas y costeras, como los Ostreros, Gaviotas Cocineras y de Capucho Café, Gaviotines, entre muchas otras. Las abrigadas caletas que forman los acantilados son también seguro refugio para las Ballenas Francas. En las inmediaciones de la Reserva suelen ser vistos numerosos Guanacos y Choiques, mientras que los matorrales son habitados por una multitud de animales, como Martinetas, Maras, Zorros, Zorrinos, Piches, etc.

PROBLEMAS DE CONSERVACIÓN: En razón de sus hábitos costeros, principalmente en su época reproductiva, el Lobo Marino, al igual que otras especies animales de la zona, es sumamente vulnerable al deterioro de su entorno por el accionar humano, como puede ser la contaminación de las aguas e inclusive el ruido y el tráfico de las embarcaciones a motor. Los Lobos Marinos se ven seriamente amenazadas por la creciente contaminación que está sufriendo el Golfo Nuevo. Las ciudades de Puerto Pirámides y Puerto Madryn , junto a la fábrica de Aluminio ALUAR, generan una gran cantidad de residuos sólidos , líquidos y gaseosos que están afectando la calidad de las aguas del golfo. La falta de un tratamiento generalizado de los residuos significa a la larga, poner en peligro a numerosas especies animales, y con ello a la industria turística, principal sostén de la economía de la zona. Las fuentes de contaminación por petróleo, principalmente el vaciado en alta mar del lastre de las centinas de los buques, el lavado de los tanques contenedores con agua de mar y otras prácticas asociadas al transporte de este producto, representan una seria amenaza para todos los apostaderos de mamíferos marinos de la Península Valdés. Al igual que en otros sitios costeros de importancia vital para muchas especies, un derrame de gran magnitud los afectaría irreversiblemente. También los Lobos Marinos se ven afectados por una industria pesquera activa y creciente. El principal riesgo es la modificación de la abundancia de las especies involucradas. Así como algunas pueden verse beneficiadas por los despojos arrojados al mar por los barcos, otras se verán perjudicadas por la escasez de los peces más explotados por los pesqueros. Las interacciones en juego son complejas y poco conocidas, pero se puede predecir que una presión desmedida de pesca, cambiará la abundancia y la diversidad de los animales marinos, teniendo efectos difícilmente predecibles.

YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS/PALEONTOLÓGICOS: Sobre los sectores altos, ubicados en la Estepa Patagónica, se encuentran numerosas evidencias de las poblaciones indígenas que habitaron la región. Los llamados "picaderos", donde se trabajaban las rocas para confeccionar puntas de flecha, raspadores, etc. se destacan por la gran cantidad de pequeños restos de roca, de bordes irregulares y agudos. Recuerde que no debe recoger ningún elemento en estos sitios de gran valor cultural. Su intervención estaría entorpeciendo el trabajo de los especialistas. Si se observan con detenimiento los acantilados y las restingas, podrán observarse una gran cantidad de restos fósiles de animales marinos como mejillones, ostras, vieiras, cangrejos, caracoles, etc.