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LUGARES DE BARRACAS
Fue zona de quintas, paseos, cabalgatas y reuniones
de lo más distinguido de la sociedad porteña, cuando
muchas familias tenían sus casa por el lado sur de la
ciudad. En contraste con esta estampa, a fines del siglo
pasado, se convirtió en una zona despreciada y olvidada,
una zona de fábricas, obreros y casas baratas.
La historia del barrio comienza desde el asentamiento
del Adelantado Pedro de Mendoza, (1536). Según
Paul Groussac, "... estos parajes y pajonales del
Riachuelo, eran en la época de la conquista...trechos,
no lejos de la costa, con bosquecillos de talas y espinillos
que alzaban sus ramas de menudo follaje sobre los matorrales
vecinos. En las cañadas y orillas de los arroyos,
la humedad mantenía una fresca vegetación de totoras
y cortaderas, formando tupidos pajonales... alguna cristalina
laguna, flanqueada de juncos y cuyo espejo rayaban con
zanca pausada, rosados flamencos y cigüeñas de plata."
El comercio comenzó a desarrollarse en la zona del puerto.
Se construyeron barracas a principios del siglo XVIII.
Estas eran construcciones precarias que estaban destinadas
a guardar los frutos del país, que luego debían embarcarse
por el Riachuelo, o recibían mercadería del exterior.
1. AV. MARTÍN GARCÍA
Era el antiguo camino a Magdalena y Quilmes, llamado
camino a la Ensenada de Barragán, que inicialmente nacía
en la plaza Mayor, con salida de carretas del puerto
por la calle Defensa, Humberto I, al puerto de los Navíos.
2. AV. MARTÍN GARCÍA 584
Estaba en la quinta del Alte. Guillermo Brown, que fue
declarada Lugar Histórico en el año 1948. Guillermo
Brown fue un marino irlandés, creador de la primer flota
naval de la Argentina. La casa era de planta alta
rodeada por un jardín y quinta, fue conservada hasta
el año 1910. Aquí recordaremos a Elisa Brown, hija del
Alte., "la novia del río" o "la Ofelia
de plata", que en el crepúsculo de 27 de diciembre
de 1827, partió de su quinta para internarse en las
aguas del Riachuelo, en estado de total desesperación
al enterarse de la muerte de su novio, el oficial Drumond.
Más tarde serían sepultados ambos en el cementerio de
los Disidentes. Actualmente, los restos de Elisa, se
encuentran en el cementerio de Recoleta con los de su
padre. En la esquina, donde estaba su quinta, hay un
monumento que la recuerda. El Alte. Brown, ya
enfermo de un mal incurable, falleció en 1857.
3. PLAZA COLOMBIA
Ubicación Av. Montes de Oca, Isabel La Católica, Brandsen
y Pinzón. Denominada así a partir del año 1937.
En el centro de la plaza se encuentra el mástil y grupo
escultórico realizado en bronce: "Izando la Bandera",
del escultor Julio C. Vergottini. La placa de bronce
fue fundida en Colombia y ofrecida por el Gobierno de
Bogotá a Buenos Aires, (1940). Un busto recuerda
al Gral. San Martín, también obra de Vergottini, y un
monumento a la madre, de Pedro Trenti. En 1908,
la Sra. Guerrero vendió a la municipalidad este predio
que incluía la casona y hasta 1937 funcionó aquí la
Subintendencia Municipal y luego la Dirección Nacional
de Limpieza, hasta que fue demolida para delinear la
plaza.
4. ANTIGUA CALLE LARGA (ACTUAL AV. MONTES
DE OCA)
Esa avenida se extiende desde Av. Caseros hasta el Riachuelo,
en el puente Pueyrredón. Alrededor de ella tuvieron
sus quintas, las familias más representativas, como
las de Balcarce, Díaz Vélez, Santamarina, Udaondo, Elizalde,
Cambaceres, Ramos Mejía, Lavallol, Villate, Sáenz Peña,
Guerrero, Videla Dorna, Alzaga, Sáenz Valiente, Herrera
Vegas y muchas otras. En aquella época, este lugar
fue la zona de paseos y veraneos de familias acaudaladas,
solían hacerse cabalgatas a la luz de la luna, en grupos
de veinte a treinta personas.
"Romance en el que se nombra / las calles de mi
barrio: / Patricios, Gualeguay, / Montes de Oca, Salado.
/ Mis amigos del norte. / Yo perdido en el bajo."
González Carbalho.
5. PARROQUIA SANTA LUCÍA
Ubicación Av. Montes de Oca 550.Santa Lucía es la patrona
del barrio. Desde 1783 existió un oratorio dedicado
a la Santa, en la que fuera la quinta de María Josefa
de Alquizaleta. Cien años después, la iglesia Argentina
compró el terreno y construyó el actual edificio, en
1887.La primera misa se celebró el 13 de diciembre de
este año, día de la Santa, y desde el año 1989, a pedido
de los vecinos, la municipalidad estableció ese día
como el "Día de Barracas".
"Por el fácil declive / del suburbio nostálgico,
/ con el baldío torvo / y el callejón de un tango, /
me llevan a una novia, / noche a noche del brazo, /
por los puentes de hierro, / por el puerto en descanso."
González Carbalho.
6. LA ESQUINA DE "LA BANDERITA"
Fue muy famosa desde los comienzos de Barracas.
El origen del nombre se debe, a que este era un camino
obligatorio para las carretas, porque pagaban peaje,
también la hacienda del campo entraba a la ciudad por
esta calle, y se detenían en esta esquina, en la casilla
de inspección veterinaria donde se revisaba el ganado.
"No habrá de mi vida / más que el beso apretado.
/ Las fábricas en lenta / complicidad de carros, / coronan
de ruido y humo / las horas de trabajo."
González Carbalho.
Las grandes casonas fueron subdivididas y convertidas
en casas de inquilinato. Los suburbios fueron ocupados
por inmigrantes, en su mayoría italianos y españoles,
lo que dio lugar a que las viviendas se multiplicaran
y se subdividieran más. Así surgen los conventillos.
En la esquina de Martín García y Caseros, vivía la "Pulpera
de Santa Lucía", recordada en el vals de Héctor
Blomberg: "era rubia y de ojos celestes / reflejaban
la gloria del día / y cantaba como una calandria / la
pulpera de Santa Lucía". Ernesto Sábato en
su novela "Sobre héroes y tumbas", describe
una casona del barrio de Barracas, situada en la calle
Río Cuarto, donde vivía uno de sus personajes principales:
Alejandra.
"Desde su entrada la casa resuma sugestión, con
sus verjas herrumbrosas, su puerta chirriante y el acariciador
perfume de jazmines y glicinas, con su jardín ahogado
en yuyos, con sus galerías asentadas en columnas de
hierro. Las rejas de las ventanas tienen un aire remoto.
Las baldosas desniveladas y fragmentarias son signos
de indigente incuria. El mirador, al que asciende por
una escalera de caracol, por la que lleva Alejandra
a Martín, es como un ingreso en la historia, con su
techo deteriorado, su moblaje anacrónico y su espejo
de esfumada luna. Toda la casa es un símbolo del pretérito
irrecuperable. Sus habitantes son también como despojos
claudicantes del pasado esplendor, de una época que
lucha contra su extinción con la íntima convicción de
su derrota."
Delfín L. Garasa.
7. IGLESIA DE SANTA FELICITAS
Ubicada en Isabel La Católica, entre Pinzón y Brandsen
Creada en el lugar donde se encontraba la quinta de
Don Martín de Alzaga, importante y rico comerciante
vasco. La casa principal ubicaba el centro de
la actual Plaza Colombia. Allí habían instalado su Cuartel
General, un ejército que, encabezado por Martín de Alzaga,
héroe de la reconquista y defensa de 1806 y 1807, intentaron
derrocar el Gobierno Revolucionario de 1812. Un esclavo
que trabajaba en la quinta los denunció, y al huir Alzaga,
se refugia en la capilla de Santa Lucía, pero es apresado,
encarcelado y fusilado. Por es motivo, su nieto Martín
heredó su fortuna y esta quinta. Cerca de allí
la familia Guerrero tenía su quinta. Felicitas Guerrero
se casó con Martín de Alzaga, ya cincuentón. El matrimonio
tuvo dos hijos que murieron de niños. Finalmente Don
Martín fallece. A los 26 años, Felicitas, joven ,Hermosa
y muy rica, volvió a brillar en los salones y fiestas
de la sociedad porteña. Y no fueron pocos los pretendientes
a casarse con la joven viuda. Uno de ellos, Enrique
Ocampo, fue ignorado cuando Felicitas conoció a Sáenz
Valiente, al que prefirió. El despechado Ocampo,
intentó reconquistarla, sin lograrlo. Una tarde, desesperado,
se presentó en la quinta y pidió hablar con Felicitas
a solas; no se sabe qué se dijeron, lo cierto es que
se oyó una discusión muy fuerte, y el sonido de dos
balazos. Uno hirió de muerte a Felicitas, que falleció
tras una lenta agonía, y otro con el que desesperado,
Ocampo se suicidó, allí donde se levanta actualmente
el mástil. La desesperación de los padres y amigos,
varios presentes en la habitación contigua, fue inmensa.
El escándalo corrió de voz en voz por toda la ciudad.
En memoria de su infortunada hija, los padres levantaron
este templo en 1875, según el proyecto del Arq. Bunge.
La Iglesia combina elementos netamente eclécticos, con
reminiscencias góticas. Es la única Iglesia de Buenos
Aires donde se encuentran estatuas que representan a
seglares. Están realizadas en mármol de carrara y representan
a Felicitas con sus hijos y a Martín de Alzaga. En la
habitación que linda con la sacristía, está la tumba
de mármol que guarda los restos de Felicitas.
Es una historia de amor, tragedia y desencuentro de
esta vida, quizás trascienda en otra dimensión, con
un verdadero encuentro, mientras tanto, en este rincón
del barrio de Barracas quedan las sombras perdurables
del recuerdo.
"Cuando adormece el golpe / del martillo obstinado,
/despiértanse canciones /pausadas en los labios. /Y
el obrero a las cinco /la chaqueta en el brazo. /Y el
patio estival /macetas con geranios. / el humo que tornara
los colores cegados, / se desbanda de viento. /Y arde
de cielo el barrio. /Cielo de más allá /de las cinco
alumbrando / sobre las casas bajas. /Y un barrilete
en alto. /Mi padre amó estas calles. /Él era tierno
y áspero. /Vivió bajo su cielo /sombrío, aquerenciado.
/Caminó sus veredas. /Desde aquí lo llevaron. /Hoy enaltezco
el verso /diciéndolo de paso."
González Carbalho.
El historiador Antonio Bucich afirma que en los
contornos del Riachuelo no había personas firmemente
establecidas hasta principios del siglo XIX. Barracas
es un barrio industrial, con grandes y pequeñas fábricas,
depósitos de almacenamiento, y la singular característica
de su desarrollo a orillas del Riachuelo, sus casas
bajas y sencillas que conservan la intimidad del barrio.
"Barracas fue su barrio de higueras y potreros.
Con un tango de Bardi, picardeado, le alcanzó
una alegría de piropo fiestero, también le dio una ardiente
mocedad de boliches, el aire musical de una guitarra
y una noche cuajada de grillos y luceros. Barracas
fue su pan de pobre y su mañana,su escuela entre los
libros abiertos de los pájarosy el viento que silbaba
milongas de carrero.
José Portogalo.
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