Avenida de Mayo N° 1370; Hipólito Irigoyen Nº 1371 -
Ciudad de Buenoa Aires
Financiado por el empresario italiano Luis Barolo, que
instaló la primera hilandería de lana peinada
del país y produjo famosos casimires, se inauguró en
1922 y durante trece años fue el edificio más alto de
Buenos Aires, hasta la construcción del Kavanagh en
1935.
Con los pisos superiores destinados a oficinas, el edificio
se caracteriza por el pasaje comercial que, en planta
baja, une el frente de Avenida de Mayo con el de la
calle Hipólito Irigoyen, creando un espacio de escala
monumental desde el que se accede a escaleras y ascensores.
Obra exuberante y espectacular, fue proyectada por el
arquitecto milanés Mario Palanti según los ideales del
eclecticismo, sumando a la mezcla o secuencia de estilos
históricos, elementos propios de las nuevas tipologías
funcionales, para lograr el "carácter" y fuerza
expresiva del edificio.
Así, la estructura de hormigón armado del Pasaje Barolo,
técnica constructiva de vanguardia adecuada para su
tipología de "rascacielos", sostiene un edificio
de fuerte carga simbólica, concebido por su autor como
un "templo" a la manera medieval, pleno de
alusiones cósmicas, alquímicas, religiosas, cuyas proporciones
se basan en el número áureo.
Estas ideas se traducen en la compleja ornamentación
(p.e. arcos y bóvedas que descansan en ménsulas con
imagen de dragón), impecablemente ejecutada. La fachada,
caracterizada por la densidad de sus aventanamientos,
tiene un cuerpo central marcado en el plano inferior
por un tímpano vidriado, y rematado por la torre superior,
con un faro giratorio en la punta, a 103 metros de altura.
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