La Guerra de la Triple Alianza aceleró la necesidad de afirmar el dominio argentino sobre esta última y enorme región. Paraguay cuestionaba los derechos argentinos sobre el Chaco Boreal, que nuestro país había reclamado como propio en el tratado celebrado con sus aliados el 1º de mayo de 1865. El General Emilio Mitre ocupó en consecuencia, en octubre de 1869, Villa Occidental, frente a la ciudad de Asunción.

Estas apremiantes cuestiones de política internacional impulsaron la decidida actitud del Presidente Domingo Faustino Sarmiento, quien el 31 de enero de 1872, dictó un decreto nombrando Gobernador del Chaco al General Julio de Vedia. En octubre del mismo año, el Congreso Nacional ratificó el decreto del P.E.N. a través de la sanción de la Ley Nº 576.

En febrero de 1876 se firmó la paz con Paraguay, sometiendo la región del Chaco Boreal al arbitraje del Presidente de Estados Unidos, quién falló dos años más tarde en contra de las pretensiones argentinas. Se procedió entonces a la evacuación de Villa Occidental e instalación provisoria de las autoridades territoriales en la Isla del Cerrito hasta la fundación de Formosa, acaecida el 9 de abril de 1879, que se convirtió en la capital del Chaco hasta 1884, cuando se sancionó de la ley Nº 1532 de "Territorios Nacionales".

La conquista del territorio

La creación del Territorio Nacional del Chaco debería, según los planes del presidente Julio Argentino Roca, ir acompañada de un sometimiento de los aborígenes que permita la ocupación y explotación de la tierra. El sometimiento se realizaría empleando la fuerza de ser necesario.

En los planes del Ministro de Guerra, General Benjamín Victorica, estaba la formación de una línea de fortines a lo largo del Río Bermejo, para apoyar y proteger las penetraciones al interior. Posteriormente se establecería la línea en el Río Pilcomayo, para lograr el dominio efectivo de toda la región. El plan del presidente Roca fue aprobado por el Congreso Nacional en septiembre de 1884, y el propio Ministro de Guerra se pondría al frente de la expedición.

Fundación de Puerto Bermejo

El General Victorica zarpó de Capital Federal a bordo del buque Maipú, y desembarcó el seis de octubre en el paraje Timbó, desde donde se daría comienzo a la marcha hacia el interior del Chaco. A la comitiva se incorporó el coronel Manuel Obligado.

Victorica procedió a fundar el pueblo Puerto Bermejo, expresando que "debía convertirse en la llave principal para la navegación del río homónimo y en punto de partida para el camino costero a Salta". Al mismo tiempo creó la Subprefectura Marítima de Puerto Bermejo, y partió –el 17 de octubre-, hacia La Cangayé, donde debían converger las distintas columnas. Allí arribó el 8 de noviembre, después de recorrer 320 kilómetros.

Cuatro años más tarde, el presidente Juárez Célman dictó el decreto de creación del pueblo, asignándole una superficie de 10 mil hectáreas.

Lugar Histórico Nacional

A través del Decreto Nº 16482/43 del Poder Ejecutivo Nacional se declaró Lugar Histórico Nacional a Puerto Bermejo, conjuntamente con los otros tres sitios chaqueños que la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos consideraban que merecían tal declaración: Concepción del Bermejo – Ruinas del Km. 75 -, Reducción de Nuestra Señora de los Dolores y Santiago de Mocoví – La Cangayé -, y Reducción de San Bernardo de Vértiz. A estos cuatro componentes de nuestro patrimonio cultural debemos agregar los dos Monumentos Históricos Nacionales: Misión Nueva Pompeya y ex Estación del Ferrocarril Santa Fe en Resistencia.

Hoy creemos que deberíamos impulsar – y de hecho se está realizando –, la incorporación a esa categoría de otros lugares y edificios históricos chaqueños que, de alguna u otra forma, trascienden por su importancia los límites provinciales.

Esta es una tarea a la cual debemos concurrir todos los ciudadanos que entendemos la importancia de nuestros valores del pasado, convencidos de la necesidad de preservarlos para las generaciones que nos sucederán. Para ello debemos educar y concientizar. Desde cada escuela, desde cada municipio. Desde el Gobierno Provincial; y desde las Organizaciones no Gubernamentales preocupadas en la temática. Partiendo de esta premisa contribuiremos a lograr el compromiso de un pueblo que protege su legado como testimonio de su historia. Y desde esa base diagrama su futuro.