Distante 460km al sudoeste de la ciudad capital. Se accede por Ruta Nacional
N' 81 y Rutas Provinciales N' 37 y 9. Tiene una superficie de 10.000 hectáreas,
en las cuales se puede realizar actividades de campamentismo, caminatas
avistaje de avifauna y safaris fotográficos.
Esta Reserva Natural fue creada en 1968, para la protección y preservación
de una muestra representativa del Oeste Formoseño. Donde se conjugan
un sector de la zona árida chaqueña, con muestras muy ricas
de selvas en galerías y costas de río y arroyo.
Las extremas condiciones climáticas que provocan largas sequías
en invierno, seguidas de épocas lluviosas en verano, hacen de esta
reserva una muestra muy representativa de la adaptación a que se
ve obligada para su subsistencia tanto la flora como la fauna local.
Situada en zona Sub-Tropical seca, esta área natural tiene una
diversidad florística muy importante, destacándose la existencia
de bosques abiertos con quebracho blanco, quebracho colorado santiagueño,
palo santo, mistol, guayacán, y palo cruz.
Además en los albardones a orillas del río encontramos palo
amarillo, algarrobo blanco, mora, palo bolilla, caspi zapallo y otros.Finalmente
en los sectores sometidos a inundaciones y desbordes periódicos,
podemos observar especies como palo bobo, palo flojo, chañar, vinal
y guaranina.
En lo que respecta a la fauna que habita esta zona, debe destacarse la
existencia probada del Tatú Carreta edentado que llega a pesar
más de 60 Kg., quien halla en la Reserva, quizás, el último
reducto natural donde se le brinda protección y donde tendrá
posibilidades de sobrevivir.
Además es factible observar pumas, carpinchos, antas, aguará
popé u osito lavador, pecaríes, oso hormiguero y melero.La
avifauna es muy abundante y variada con bandurrias, espátulas rosadas,
cigüeñas, chajaes, chuñas, charatas, garzas blancas,
mora, águilas y otras especies menores que para el observador darán
satisfacción a sus más ambiciosas expectativas.
El visitante podrá, partiendo de la zona de acampe a orillas del
río, internarse por sendas en el monte, disfrutando de la belleza
florística, asombrándose ante majestuosos árboles,
inquietantes cardones, fresca selva en galería, y la sorpresa de
encontrarse con la presencia de fauna silvestre, o al menos rastros recientes
de la misma.
Esta área natural, tan solo espera a quienes se atrevan a hacer
turismo de aventura en su tiempo libre y promete no defraudar a quienes
lleguen.
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