PARQUE
NACIONAL EL PALMAR
UBICACIÓN: Centro oeste de la
pcia. de Entre
Ríos, entre las ciudades de Colón y Concordia, Dpto. Colón.
FUNDAMENTOS DE SU CREACIÓN: Fue creado con el
objetivo básico de resguardar uno de los últimos palmares de Yatay,
representativos de los que, hasta fines del siglo pasado, prosperaban
sobre todo el oriente de Entre Ríos. Su amparo se extiende además, a otros
ambientes de significativo patrimonio natural, como la selva en galería y
el monte xerófilo.
DESCRIPCIÓN GENERAL: Por su cercanía con los
principales centros urbanos del país, este Parque es sin duda, uno de los
más visitados y conocidos de nuestra geografía. Lo llamativo de su paisaje
poblado de palmeras, los bosques en galería que pueblan las márgenes de
los ríos, la belleza del Río Uruguay y la abundancia de su fauna silvestre
constituyen los principales atractivos del Parque. Asimismo, ofrece muchas
comodidades y servicios para el visitante: buenos caminos, camping,
proveeduría, centro de informes, folletería y hasta una playa sobre el
Uruguay ideal para el verano. Encontraremos distintos ambientes
característicos del Espinal. El pastizal, por ejemplo, que se encuentra
íntimamente ligado con los palmares, formando un ecosistema único
(palmar-pastizal), que brinda alimento y refugio a innumerables especies
de animales: extraordinaria cantidad de insectos; reptiles, como la
Yarará, varias especies de culebras, pequeños roedores y aves típicas de
estos ambientes, como el Carpintero Blanco y el Real. También podemos
encontrar al acecho de su presa a algún escurridizo Gato Montés. Siguiendo
las ondulaciones del terreno los bosques de yatay se van raleando hacia
las zonas bajas, para dejar paso a dilatadas sabanas, salpicadas por
Espinillos, Talas y Ñandubayes de tortuosa figura, por donde transitan
Ñandúes, Hurones, Zorrinos, entre otros. Los pastizales que ocupan las
suaves pendientes, se confunden con los pajonales de los terrenos más
bajos e inundables, formando ambientes acuáticos de increíble riqueza
faunística, que albergan batracios y bellas aves como el Chiflón, el Pecho
Amarillo y el Ipacaá entre otros. Si observamos con detenimiento,
encontraremos a Tortugas Pintadas, tomando sol sobre un tronco en medio de
una laguna. En las cercanías del camping hallaremos una formación densa y
baja, el Monte Xerófilo, en el que crecen el Molle, Espinillos y
Ñandubayes, junto a numerosos arbustos, adornados por enredaderas como la
Pasionaria o Mburucuyá. Aquí es común observar a los Zorros de Monte. Las
costas bajas del Río Uruguay están tapizadas por una profusa vegetación,
aunque en algunos sectores existen pronunciadas barrancas de hasta 15
metros de altura. Esta formación húmeda, que es una prolongación
empobrecida de la selva misionera, se la denomina Selva en Galería y nos
permite admirar una gran diversidad de especies vegetales. Abundan las
enredaderas, lianas y epífitas (como el Clavel del Aire y Barba de Viejo,
entre otras), las cuales se encuentran asociadas a distintas especies
arbóreas como el Arrayán del Norte y el Laurel. El Arañero de Cara Negra y
el Pitiayumí son las aves más características que encuentran refugio en
esta formación boscosa. Un ambiente similar bordea los distintos arroyos
que surcan el parque, siendo los más importantes el Palmar y Los Loros.
Estos cursos de agua son los ambientes predilectos del roedor más grande
del mundo: el Carpincho y de otros mamíferos como el Lobito de Río, el
Coipo o mal llamado Nutria, junto a aves acuáticas como el Biguá y los
Martín Pescadores.
PROBLEMAS
DE CONSERVACIÓN: Los mayores problemas del Parque los originan
las especies exóticas que han sido introducidas por el hombre, mucho antes
de la creación del área protegida. Entre los animales exóticos se destaca
el jabalí. En el Parque Nacional El Palmar esta especie a prosperado
destruyendo nidos y crías de animales silvestres, como así también
renovales de distintas especies nativas como el yatay, ya que busca sus
raíces para alimentarse. Entre la flora exótica encontramos al Paraíso.
Este árbol, originario de Asia, fue muy utilizado en el siglo pasado para
formar arboledas en las viviendas rurales. Escapándose del cultivo, se ha
diseminado notablemente en toda la región y especialmente en el área,
desplazando a especies vegetales nativas. El control de esta especie se
torna difícil debido a que es de muy fácil dispersión. Las aves silvestres
comen su fruto y diseminan sus semillas por todo el Parque. En la
actualidad existen planes de manejo que intentan solucionar esta
problemática, a través de acciones que controlen el número y área ocupada
por estas especies exóticas.
YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS/PALEONTOLÓGICOS: En el
Parque se encuentran numerosas evidencias de la ocupación humana en
tiempos del Virreinato. Las construcciones más antiguas datan del año 1780
donde el primer dueño de las tierras que hoy forman el Parque El Palmar,
comisionado del Virrey Ceballos, Don Juan Barquín, mandó a construir
instalaciones para obtener cal. Esta calera fue una de las primeras en
funcionar en el Virreinato, lo cual posibilitó que en Buenos Aires se
construyan los primeros edificios de más de un piso. También pueden hoy
verse los hornos donde la piedra caliza se transformaba en cal, la cual se
cargaba en las embarcaciones por intermedio de túneles que aún existen.
Dentro de uno de los hornos, los lugareños colocaron una imagen de la
Virgen de Santa Filomena, la cual se puede visitar guiándose por la
cartelería. Luego de los años 40 se instaló la empresa Salvia Hnos. la
cual aprovechó parte de la infraestructura de la antigua calera de
Barquín, dedicándose a la explotación de canto rodado. El proceso
consistía en el lavado de las piedras, para la separación de la arena, que
se iba acumulando al costado de las construcciones, sobre el Uruguay. Por
ello, en la actualidad se encuentra la amplia playa a la derecha de las
ruinas.
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