| PARQUE NACIONAL 
      LANÍN UBICACIÓN: 
      Sudoeste de la provincia de Neuquén, Dpto. Los 
Lagos. 
 FUNDAMENTOS DE SU CREACIÓN:   Fue creado con el 
      objeto de resguardar un sector representativo de la región andino 
      patagónica, cuencas lacustres y nacientes de ríos. DESCRIPCIÓN GENERAL:   El Parque Nacional Lanín 
      toma su nombre de un volcán extinto de 3.777 m. de altura que, al 
      sobrepasar todos los otros picos de la zona, domina el panorama montañoso 
      en estas latitudes desde cualquier ángulo. Aparte de las bellezas 
      escénicas, Lanín contiene una variedad de comunidades vegetales únicas en 
      el país por su composición específica. Una sucesión de cuencas lacustres 
      se hallan protegidas, cada una de ellas conteniendo comunidades vegetales 
      propias que se hallan preservadas de la actividad maderera y aseguran el 
      caudal de importantes obras hidroeléctricas, como El Chocón. La mitad 
      norte del Parque, entre el Lago Ñorquinco y el Huechulafquen, es dominio 
      del Pehuén o Araucaria, que ocupa los valles y laderas occidentales. En el 
      norte y sudoeste del Parque, hallamos el escaso Roble Pellín, a veces 
      junto al Coihue y otras con el también raro Raulí. Las cercanías del lago 
      Tromen, en la vertiente septentrional del Lanín, ofrece agrupaciones de 
      Pehuenes precedidas, por el lado este, de ambientes transicionales con la 
      estepa. La otra ladera del volcán Lanín preside la unión del alargado lago 
      Huechulafquen y el Paimún. Un poco más al oeste, el lago Epulafquen, 
      abrazado al sur por el Currué Grande, posee las renombradas fuentes 
      termales de Lahuen-Co, que atraen al turismo, tanto nacional como 
      internacional. La selva Valdiviana, ambiente boscoso que ocupa las áreas 
      de mayor humedad, es otra de las características de este Parque, en ella 
      se pueden encontrar una gran variedad de especies endémicas. Entre la 
      fauna que habita el Parque se encuentran tres en peligro de extinción: el 
      Huemul, el Pudú y el Huillín. Entre las aves encontramos al Pato de los 
      Torrentes que vive asociado a los cauces de aguas rápidas y turbulentas . 
      El Parque alberga 53 comunidades indígenas pertenecientes a la cultura 
      Mapuche, englobadas en las reservaciones de Rucachoroi y Curruhuinca. La 
      cría de ganado, el cultivo, tejido y otras artesanías componen la economía 
      básica de estos pobladores. PROBLEMAS 
      DE CONSERVACIÓN:   Las especies exóticas como el Ciervo Colorado, 
      el Ciervo Dama, el Jabalí y la Liebre, fueron introducidas desde Europa 
      para "embellecer la empobrecida fauna" de nuestros ambientes y hoy causan 
      un serio impacto en los bosques que no están adaptados a estas especies. 
      Este serio problema se controla implementando un sistema de cotos de caza 
      en los cuales se autoriza una extracción limitada y sirve para evitar que 
      las poblaciones de estas especies se sigan propagando y a su vez, 
      compitiendo por territorio con especies nativas como el Huemul. El Pudú en 
      cambio se ve acechado por perros domésticos, debido a que la zona que 
      habita este pequeño ciervo es frecuentada por ganaderos que utilizan 
      perros para el control del ganado. La introducción de la Trucha para la 
      pesca causó un grave retroceso en las especies nativas como el Puyén y el 
      Pejerrey Patagónico. Por lo tanto se permite la pesca de las especies 
      introducidas, con reglamentación, para la disminución del impacto que 
      causa. La caza furtiva también está presente en este Parque y persigue 
      especies como el Huemul y el Puma para transformarlos luego en trofeos. La 
      flora exótica representa un problema de difícil solución. Numerosas 
      especies vegetales fueron introducidas en la región por los primeros 
      pobladores, en su mayoría originarios de Europa, para adornar sus 
      jardines. De esta manera la Rosa Mosqueta el Lupino, la Margarita y muchas 
      otras, se aclimataron perfectamente y gracias a la falta de controles 
      naturales, comenzaron a dispersarse ya sin ayuda del hombre. En poco 
      tiempo colonizaron lugares soleados como los bordes y claros del bosque, 
      las zonas deforestadas y sometidas al pastoreo del ganado, orillas de 
      rutas y caminos, baldíos vecinos a las viviendas, etc. Los vegetales 
      nativos que originariamente ocupaban esos ambientes fueron paulatinamente 
      desplazados. Lamentablemente, la erradicación de las plantas exóticas se 
      torna muy dificultosa. También la extracción maderera ilegal provoca 
      graves impactos en los ambientes naturales. A esto debemos sumarle los 
      incendios, que son en la actualidad uno de los problemas más graves. Estos 
      son ocasionados generalmente de manera intencional y son un factor grave 
      de deterioro cuyas secuelas son difíciles de reparar. La mayoría de las 
      especies son de crecimiento muy lento y tardan en cubrir las laderas. La 
      falta de vegetación favorece el arrastre del suelo por lluvias y viento, 
      causando erosión. La educación y la prevención son las armas más efectivas 
      para que estos problemas no ocurran, así como una acción coordinada para 
      combatir eficazmente los focos de incendio, antes que adquieran 
      proporciones incontrolables. YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS/PALEONTOLÓGICOS:   No 
      posee |