CLIMA
Desde los comienzos del turismo en la Argentina, la provincia de
Córdoba fue uno de los centros principales de esa actividad,
merced a una serie de factores concurrentes entre los cuales se
destacan la belleza paisajística de sus serranías
y la bondad de su clima. Aire puro, abundante sol, y temperaturas
agradables en casi todos los meses del año, tiñen
el paisaje de diferentes tonos a medida que la estaciones van dejando
colores en la vegetación. Tantas son las cualidades de este
clima, que años atrás, cuando la medicina aún
mantenía una estrecha relación con la naturaleza,
Córdoba era recomendada como lugar en donde aliviar los males
respiratorios y otras enfermedades. Gracias a esto, personalidades
de la talla de Lino Spilimbergo, o Ernesto Che Guevara, llegaron
hasta nuestras tierras y formaron aquí parte de su historia.
Sin pretender hacer un análisis exhaustivo de las diferentes
características del clima cordobés, nos parece apropiado
trazar alguno de los rasgos más sobresalientes de este complejo
entramado de factores y elementos que van variando el paisaje de
la provincia con el paso de las estaciones.
Tiempo cálido y húmedo, con vientos del Norte:
Los vientos son constantes y soplan durante períodos de tres
o cuatro días, disminuyendo al llegar la noche. Sobre el
relieve de las sierras se forman nubes que tienden a desaparecer
cuando cae la tarde. Este seudo frente de tormentas rara vez produce
lluvias, a excepción de algunos meses en que suelen sorprender
con algunas precipitaciones dispersas. Al atardecer, las nubes comienzan
a teñirse de naranja, transformando los relieves de la provincia
en encantadoras imágenes.
Tiempo tormentoso, con Vientos del Sur:
El cambio climático suele producirse con vientos del Sur.
Precipitaciones que a partir del mes de octubre suelen ser abundantes
y producir crecidas en los cursos de agua que bañan el relieve
de la provincia. Por lo general, estas lluvias son de corta duración
y pronto el cielo se despeja. Cuando esto sucede, un renovado verde
cubre las sierras de Córdoba.
Tiempo frío de Invierno:
En los meses invernales de julio y agosto, se gozan días
de calma con gran transparencia. Durante el día, la temperatura
no se mantiene demasiado baja, pero desciende importantemente en
la noche. Es imprescindible tener en cuenta que no existen extremos
climáticos en la provincia, por lo que en la mayoría
de su territorio las temperaturas no descienden, ni ascienden, a
niveles intolerables.
Tiempo de sudestada:
Esta sudestada en invierno produce precipitaciones ligeras y prolongadas
que se acentúan pudiendo convertirse en nieve en las altas
cumbres o pampas de altura.
El clima cordobés es típica expresión de una
zona templada, con características específicas de
provincia mediterránea. Caminar por el lecho de los ríos,
refrescarnos en sus ollas naturales cuando en verano el clima es
propicio para remontar las playas de Punilla. Alojarnos en cabañas
alpinas, desde la calidez de un hogar prendido mientras por la ventana
asoman los pinares nevados del invierno en Calamuchita. Primavera
estalla con mil colores, cubre la sierra de verde, tiñe de
blancas flores la acacias de San Clemente, los dominios de las Sierras
Chicas, el frondoso parque de Santa Catalina. Cuando el otoño
cae en forma de hojas secas, el Norte brilla bajo un cálido
sol, la capital cordobesa se pinta en dorados y ocres, los dominios
de la cañada, las iglesias y sus campanarios lucen mejor
que nunca. Cada rincón de la provincia cambia con el paso
de las estaciones, con el de las lluvias y las temporadas de verano.
Esto mismo es Córdoba, un sólo paisaje que estalla
en mil paraísos que cada día se van renovando.
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