A Nelida Rotti, de General Alvear, soberana de 1955, le correspondió el singular privilegio de ostentar la corona durante dos años ya que por razones económicas, las autoridades de la provincia resolvieron no celebrar los festejos de 1956. De todas maneras, una depositaria indiscutible por cuanto había sido proclamada por 56 votos, contra apenas 18, de la candidata sanrafaelina. Además, por su belleza definida por su cabellera rubia y sus vistosos ojos grandes y claros.

El espectáculo retornó al autódromo cuya visibilidad y amplitud no habían podido ser superadas por el recinto experimentado en 1954. Allí, Juan José Piñeyro, con la colaboración de Tito Pagés, rescató estampas, costumbres y tradiciones de países productores de vino como España, Italia, Chile, Alemania y Francia.