En San Miguel de Tucumán se combinan los ingredientes
indispensables para hacer de esta ciudad una tentación
a la hora de recorrerla: amabilidad de su gente, historia
y arquitectura que se palpan en cada edificio, cercanía
con los cerros y una calidez que se percibe en cada
paseo.
Es la capital de Tucumán, la provincia más
pequeña de la Argentina y se ubica en el noroeste
del país, a 1.311 Km. de la Capital Federal.
Su superficie es de 91 Km², y se estima que viven
en ella unos 550.000 habitantes.
La ciudad es apacible y tranquila; el mayor movimiento
se da por la mañana o por la tarde dado que San
Miguel tiene un sello distintivo que es la siesta: de
14 a 17 las calles quedan prácticamente vacías
y los negocios cierran. Sin embargo, durante las noches
el espíritu provinciano se puede sentir en bares,
teatros, restaurantes y shopings que de lunes a lunes
abren sus puertas hasta después de la media noche.
En esta sección, se propone conocer parte de
su historia y los paseos más interesantes que
todo visitante está obligado a recorrer: íconos
de una ciudad moderna pero a la vez conservadora de
las tradiciones culturales y estructurales
Tucumán encierra algunos de los destinos más
paradisíacos del país. Con la ventaja
de un buen clima durante todo el año y de distancias
cortas, cada uno de los cinco circuitos turísticos
que ofrece la provincia invita a vivir una experiencia
única ya sea entre la historia que guarda la
ciudad o entre la magia de los cerros y valles. Sin
duda, el primer circuito que debe recorrer el turista
es el de la Ciudad Histórica, en el que se sumergirá
en las raíces de la provincia que vio nacer en
sus calles a la Independencia de todo un país.
En este paseo, conocerá los edificios cívicos
más importantes de Tucumán: la Plaza Independencia,
la Casa Histórica, museos y galerías de
arte, iglesias empapadas de historia y callecitas con
color autóctono
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