El
origen del estandarte Nacional
"[...] Las derrotas sufridas por las
armas patriotas en San Nicolás y Huaqui
habían creado un clima de escepticismo.
Belgrano, que se hallaba en Rosario con la
misión de defender los pasos del Paraná,
pensó que una forma capaz de elevar
la moral de las tropas e inflamarlas del entusiasmo
que necesitaban sería proporcionarles
una insignia, que fuese como una proyección
mayor de la escarapela, que el Triunvirato
autorizara.
De ahí que al inaugurar el 27 de febrero
de 1812 la batería Independencia, emplazada
en una isla distante poco más de 1.000
metros de la villa del Rosario, mandó
formar la tropa y después de arengarla,
ordenó izar el nuevo estandarte en
la batería Libertad, sobre la barranca
frente al río Paraná [...].
En la comunicación que en la misma
fecha cursó al Triunvirato expresaba:
"Siendo preciso enarbolar bandera y no
teniéndola la mandé a hacer
blanca y celeste conforme a los colores de
la escarapela nacional; espero que sea de
la aprobación de V.E." El Gobierno
desautorizó la medida, pero Belgrano
no llegó a enterarse porque ya había
partido hacia el norte para tomar el mando
del Ejército. [...] La nueva insignia
celeste y blanca apareció por primera
vez en Buenos Aires el 23 de agosto de 1812,
al celebrarse la misa de acción de
gracias por el fracaso de la conspiración
de Alzaga. Ese día se enarboló
una bandera en la torre de la iglesia de San
Nicolás y otra en la ventana del mismo
templo. [...] Por segunda vez, el 5 de octubre,
al conocerse en Buenos Aires el triunfo de
Belgrano en la batalla de Tucumán,
se colocó una corbata celeste y blanca
en el asta que se alzaba en el Fuerte y donde
aun ondeaba el pabellón real español.
Muchas
son las versiones acerca del origen de los
colores nacionales, puesto que no surgieron
como una creación deliberada, sino
como culminación de una reiterada costumbre
nacional. Su aparición en la escarapela
aprobada por el Triunvirato -en las cintas
usadas como distintivo de los jóvenes
del Club de Marco-demuestra que los colores
celeste y blanco tenían una acendrada
raigambre popular". (página 340)
Bibliografía
Consultada: A.
J. Pérez Amuchástegui, Crónica
Histórica Argentina, Buenos Aires,
Editorial Codex, tomo 1, 1979.
Reconocimiento oficial de la Bandera
blanca y celeste:
20 de julio de 1816
1er.
Decreto Oficial sobre la Bandera:
La
consagración legal de la actitud tomada
por Belgrano el 27 de febrero de 1812, correspondió
al Congreso de Tucumán por iniciativa
del diputado Juan José Paso. El Decreto,
redactado y presentado por el diputado por
Charcas, José M. Serrano, fue aprobado
en la Sesión del 20 de julio de 1816
de la siguiente forma:
" Elevadas las Provincias Unidas en Sud
América al rango de una Nación
después de la declaratoria solemne
de su independencia, será su peculiar
distintivo la bandera celeste y blanca que
se ha usado hasta el presente y se usará
en lo sucesivo exclusivamente en los Ejércitos,
buques y fortalezas, en clase de Bandera menor,
ínterin, decretada al término
de las presentes discusiones la forma de gobierno
más conveniente al territorio, se fijen
conforme a ella los jeroglíficos de
la Bandera Nacional mayor.
Comuníquese a quienes corresponda para
su publicación.
Francisco Narciso de Laprida, Presidente.
Juan José Paso, Diputado Secretario."
25 de febrero de 1818
El
Congreso de Tucumán (trasladado a Buenos
Aires), a propuesta del diputado Chorroarín,
aprobó como bandera de guerra la misma
que ya se usaba, pero con el emblema incaico
del sol en el centro.
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