La región noroeste es un área
de rico patrimonio natural y cultural, donde la acción
del hombre dejó valiosos testimonios como las Capillas
de La Higuera, Salsacate, Las Palmas y de Pocho. Como broche
de oro a esta sucesión de antiguo establecimientos
religiosos, la zona es además una de las puestas de
ingreso a la Estancia jesuítica la Candelaria, declara
patrimonio de la UNESCO en el año 2000. También
la tecnología y la laboriosa mano del hombre fue otro
de los factores que promovió el crecimiento de la región.
Dos importantes diques y sus embalses: el de Cruz del Eje,
junto a la ciudad del mismo nombre, y el de Pichanas, ubicado
a 22 kilómetros al oeste de Villa de Soto, tiñen
con frescura el paisaje de la región, proporcionando
a demás el ambiente ideal para la práctica de
pesca y deportes acuáticos.Disfrutar del aire de la
serranía, de los cauces naturales que surcan el territorio
de esta fantástica zona que une los paisajes del Valle
de Punilla y el Traslasierra, recorrer los senderos de un
historia de caudillos, pugnas de poder, dominio religiosos
y reminiscencias comechingones, son sólo alguna de
las maneras de disfrutar de este lugar de incomparable belleza.
Allí, todo nos incita a caminar, a perdernos en los
senderos, entre los olivos de Cruz del Eje, las arboladas
plazas de Villa de Soto, entre la magia de la tradición
que se materializa en los rincones de Salsacate. Los circuitos
que el Noroeste presenta son infinitos. Opciones culturales,
paseos por una naturaleza impactante, hotel de excelente categoría;
esto es los que la región nos ofrece, un paraíso
que estalla en mil lugares distintos, un corazón que
palpita al ritmo de la tradición nacional y hermosura
de su naturaleza.
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